Este vídeo pertenece a la serie que grabamos en Cosmocaixa Madrid , para el programa la Aventura del Saber de la 2 de TVE.

Os enseñamos cómo los instrumentos de vientos han ido cambiando a lo largo de la historia hasta llegar a instrumentos modernos como la trompeta. La física que se esconde detrás del funcionamiento de los instrumentos de viento, es la clave para su evolución.

¿Qué tienen en común un cuerno, una caracola y una trompeta? Si cortamos la punta, tanto de la caracola como del cuerno, los dos objetos se convierten en tubos, al igual que una trompeta. Tubos con diferentes formas es cierto, pero al fin de al cabo, tendrán una entrada y una salida y si soplamos en su interior el aire recorrerá ese circuito de principio a fin. Además si hacemos ese agujero de entrada con el tamaño perfecto para que se adapte a los labios, podremos crear una magnifica vibración labiar, que será amplificada y modulada por el cuerpo de nuestro «tubo» (caracola, cuerno o trompeta). Siempre que se cumplan esta condiciones, podremos hacer sonar cualquier tubo (un palo de fregona, una manguera, un cuerno una caracola o una trompeta). La combinación entre la vibración del labio (que origina el sonido) y las características del instrumento (tipo de material, longitud o masa) permite emitir un sonido con timbre y un tono diferente.  Recordemos que la frecuencia del sonido (el tono), depende de la longitud y la presión de aire (como explicaba en el reportaje) y el timbre, de los armónicos que se producen en la onda de sonido al viajar a través de determinados materiales.

 

No hay que olvidar que el sonido lo genera el aire que hace vibrar al labio. Así que independientemente de que tengamos un instrumento o no, podemos hacer las notas sólamente con la vibración de los labios.

 

Podéis ver este vídeo en el que se muestra de forma asombrosa, cómo se adapta la boca y la lengua para realizar las diferentes notas. Para las notas graves la cavidad bucal se hace grande, bajando la lengua y para las notas agudas, se hace pequeña, subiendo la lengua. Así se modifica la presión del aire al pasar por los labios y aumenta la frecuencia (notas más agudas).

 

Os recomendamos esta sencilla manualidadm, en la que podréis poner en práctica lo que habéis aprendido, acerca del funcionamiento de un instrumento de viento.

En este caso la vibración no la hacen los labios, si no la boquilla triangular de la pajita. Más a la estilo de los saxos o clarinetes.

 

¿Qué ocurriría si hacemos esta flauta pajita, cada vez más pequeña? Observa el resultado y recuerda como cambiaba el tono en la trompeta al presionar los pistones y hacer que el aire recorriera circuitos más o menos largos.

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