El punto máximo de la última gran glaciación, Würm, fue hace aproximadamente dieciocho mil años. La temperatura media del planeta Tierra descendió hasta los 5ºC. Los inviernos eran mucho más largos y duros.

Los glaciares avanzaron más allá de los casquetes polares, hasta cerca de los trópicos. Gran parte de los continentes se cubrieron de hielo, se congelaron los lagos, lagunas y ríos. Los mares de poca profundidad desaparecieron, porque sus aguas se convirtieron en glaciares. Fue justamente en esos tiempos cuando los estrechos y archipiélagos continentales e insulares quedaron unidas por el hielo. Se unió, por ejemplo, Australia-Tasmania con Nueva Guinea, Filipinas e Indonesia. Lo mismo ocurrió entre Japón y Corea. Se unió el territorio continental de América del Sur con la Tierra del Fuego y el famoso Estrecho de Bering se convirtió en un puente entre Siberia y América del Norte.

El hielo no nos paró, sino que nos hizo llegar a nuevos lugares gracias a nuestra capacidad de adaptarnos y colaborar en circunstancias adversas.

Os dejamos un artículo de NAUKAS muy interesante sobre lo rápido que puede ocurrir una glaciación. Y os recomendamos ver » El día de mañana»

“Contamos historias de héroes y grandes gestas para recordarnos que nosotros, con nuestras pequeñas acciones, también podemos ser grandes”.

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